Como sabrás, la campaña de la gripe acaba de empezar en Galicia y está activa entre el 13 de octubre y el 31 de diciembre. El cuidado de la salud y la prevención de enfermedades ha cobrado este año más importancia que nunca. La irrupción de la pandemia por el virus Covid-19 nos ha hecho más conscientes de la amenaza de los virus y de la importancia de cuidar de nuestra salud. Pero precisamente por la llegada de este Coronavirus no debemos olvidar la importancia de hacer frente a otros riesgos, como la gripe.
Las autoridades sanitarias han insistido mucho en la importancia de la vacuna este año. ¿Por qué? Porque los síntomas de la gripe y del Covid-19 son muy similares y los hospitales y centros de salud han visto y están viendo comprometida su capacidad para hacer frente a un problema de salud pública.
Y como todos debemos concentrarnos en hacer frente a la pandemia y asegurar nuestra salud y la de los demás, es importante reducir los casos de gripe y sus complicaciones. Si has tenido Covid-19, no significa que estés inmunizado frente a la gripe; los virus de ambas enfermedades son distintos y ni predisponen ni protegen frente a otros.
Motivos por los que vacunarse de la gripe en 2020
- La vacuna evita desarrollar la enfermedad de la gripe y nos permitirá tener una mejor salud.
- Sin enfermedad, no sufriremos las complicaciones derivadas de la gripe y no tendremos que acudir a un hospital, evitando el riesgo que ello conlleva.
- Si una gran parte de la población se vacuna, el virus de la gripe circulará menos y evitaremos contagiar a nuestros seres queridos y a otras personas.
- Si todos estamos más sanos, descargaremos a centros médicos y hospitales de trabajo para concentrarse en atacar la pandemia.
Quién debe vacunarse de la gripe
La vacuna anual de la gripe es la mejor forma de prevenir la enfermedad y es segura, no la produce, así que es una herramienta de prevención que puede y quizás debería usar toda la población, salvo recomendación médica en contra. Sin embargo, hay personas a las que se considera más vulnerables y se identifica como la población diana.
Población de riesgo o diana
- Mayores de 60 años y especialmente por encima de los 65.
- Personas ingresadas en instituciones, como residencias geriátricas
- Niños entre 6 meses y 2 años nacidos antes de la semana 32 de gestación.
- Niños desde 6 meses y adolescentes de hasta 18 años con tratamientos prolongados de ácido acetilsalicílico.
- Mujeres embarazadas o que hayan dado a luz hace menos de 6 meses si no se vacunaron en el embarazo
- Personas de cualquier edad (a partir de 6 meses) que tengan más riesgo de sufrir complicaciones derivadas de la gripe, especialmente si sufren enfermedades como las que siguen o han estado a tratamiento u hospitalizadas durante el último año:
- Enfermedades crónicas cardiovasculares, neurológicas o respiratorias.
- Diabetes mellitus
- Obesidad mórbida.
- Enfermedad renal crónica y síndrome nefrótico.
- Hemoglobinopatías y anemias.
- Hemofilia, otros trastornos de la coagulación o hemorrágicos crónicos
- Receptores de hemoderivados y transfusiones múltiples.
- Asplenia o disfunción esplénica.
- Enfermedad hepática crónica, incluyendo alcoholismo crónico.
- Enfermedades neuromusculares graves.
- Enfermedades autoinmunes, inmunitarias o tratadas con inmunosupresión (VIH)
- Cáncer y hemopatías malignas.
- Implante coclear o en espera del mismo.
- Fístula de líquido cefalorraquídeo.
- Enfermedad celíaca.
- Enfermedad inflamatoria crónica.
- Trastornos y enfermedades con disfunción cognitiva: Síndrome de Down, demencias y otras.
Personas con riesgo de contagio a pacientes vulnerables
Las personas con riesgo a sufrir complicaciones derivadas de la gripe están rodeadas de otros potenciales enfermos que les pueden contagiar. Entre ellos, se recomienda vacunarse a:
- Trabajadores de hospitales, centros y servicios de salud, farmacias, ambulancias y centros de atención a personas mayores o a pacientes crónicos
- Estudiantes en prácticas en centros sanitarios.
- Cuidadores de personas mayores, enfermas o con enfermedades como las que mencionamos más arriba, tanto profesionales como quienes tienen mayores o niños de su familia a cargo.
- Convivientes (niños y mayores) de personas dentro de la población de riesgo.
Trabajadores de servicios esenciales o de industrias de riesgo
Las autoridades sanitarias describen como esenciales a los siguientes trabajadores de servicios a la ciudadanía:
- Fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado
- Bomberos
- Protección civil
- Servicios de emergencias sanitarias
- Instituciones penitenciarias y de otros centros de internamiento.
Además de estos trabajadores esenciales, se recomienda administrar la vacuna de la gripe a los trabajadores que tengan relación con la cría de aves y cerdos, como en explotaciones de ganado y aves.
Pero ¿Qué pasa con los otros grupos de trabajadores que se demostraron esenciales y de riesgo para padecer el Covid-19? Todas aquellas personas que trabajan en lugares de asistencia masiva de la población, como supermercados, colegios e institutos o universidades también son personas con alto riesgo de contagio.
¿Si no estoy en un grupo de riesgo debo vacunarme?
La respuesta corta es sí, sobre todo si estás en este grupo de trabajadores que en los últimos meses se demostraron esenciales, pero también, porque, como ya te hemos dicho, la mejor protección frente a la gripe es vacunarse todos los años. Si tienes alguna duda sobre la vacuna o quieres recibir información, en Clínica Assistens podemos asesorarte y darte una cita si quieres vacunarte de la gripe. Contacta con nosotros.
Vacuna de la gripe y reacciones adversas
La vacuna de la gripe es una de las más seguras que hay y su uso está probado desde hace décadas. Para su elaboración se utilizan virus inactivos, así que se considera imposible que provoquen la enfermedad. ¿Cuáles son entonces las posibles reacciones de la vacuna de la gripe? Son poco habituales pero los más frecuentes se trata de reacciones cutáneas en la zona de administración, alrededor del pinchazo y desaparecen en horas o un día, pero ocasionalmente, la vacuna de la gripe puede producir fiebre, molestias en las extremidades o malestar general. Normalmente estos síntomas pueden durar uno o dos días pero si tienes dudas, consúltanos.
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