Seguramente has escuchado alguna vez el término psoriasis, que es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel. Dependiendo del tipo de psoriasis puede tener diversas manifestaciones clínicas.
¿Quieres más detalles sobre esta patología? En Clínica Assistens tenemos toda la información que necesitas.
Principales causas de la psoriasis
Existen tres factores principales que pueden determinar la aparición de esta enfermedad cutánea. Estos factores alteran el funcionamiento de las células epidérmicas, en especial de los queratinocitos y los fibroblastos.
Factores genéticos
La psoriasis no es una patología hereditaria, pero sí existe una predisposición genética a padecerla. No existe un gen específico de la psoriasis, sino una serie de características genéticas que hacen que el paciente sea más propenso a desarrollar esta enfermedad.
En general, entre un 30-50% de los pacientes con esta patología cuentan con algún antecedente familiar con esta patología, afectando de igual manera a hombres y mujeres.
Factores inmunológicos
Existen dos factores inmunológicos principales que desencadenan la inflamación crónica de la piel:
- Las células se renuevan con demasiada rapidez. La epidermis de una persona con esta enfermedad cutánea se renueva con demasiada rapidez, a un ritmo que es de cuatro a seis veces mayor que el de la piel normal. Esto se debe a que los queratinocitos de la epidermis se multiplican de forma anómala y fabrican una queratina de mala calidad en forma de escamas.
- Reacción de inflamación de la piel. Además del veloz ritmo de recambio de queratinocitos, la psoriasis es el resultado de una reacción inflamatoria de la piel. Son dos los tipos de células que provocan la inflamación, los neutrófilos polimorfonucleares y los linfocitos T, que tienen un papel clave en la capacidad de respuesta inmunológica.
Factores medioambientales
En pacientes con una predisposición genética, los brotes de psoriasis pueden estar condicionados por factores medioambientales internos y externos. Todos estos factores aceleran el ritmo de renovación de la piel.
Los factores externos incluyen los cambios estacionales y la ropa que está en contacto con la piel. Los factores internos abarcan el estrés emocional, algunos medicamentos y enfermedades infecciosas.
¿Qué tipos de psoriasis hay?
Esta enfermedad cutánea puede tener varias formas de presentarse con diferentes características clínicas y síntomas.
Psoriasis en placas
Es la forma más frecuente y afecta aproximadamente al 80% de los pacientes con esta patología. Puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero suele hacerlo en los codos, las rodillas, la espalda y el cuero cabelludo. La manifestación de este tipo de psoriasis es la aparición en la piel de placas rojas en relieve cubiertas de escamas entre plateadas y blancas que se desprenden con regularidad.
Psoriasis en el cuero cabelludo
Entre un 50 % y un 80 % de las personas con esta enfermedad cutánea presentan este tipo de afección. Los síntomas son los mismos que para la psoriasis en placas. La psoriasis del cuero cabelludo puede ser muy leve, con escamas muy finas y ligeras, pero también puede ser severo, con placas gruesas y que cubren todo el cuero cabelludo.
Psoriasis guttata
Este tipo afecta aproximadamente a un 10% de las personas con psoriasis, sobre todo a niños y adolescentes. Su manifestación es en forma de pequeños puntos rojos escamosos que parecen gotas de agua salpicadas por el cuerpo.
En los casos leves puede desaparecer sin tratamiento. La psoriasis guttata puede transformarse en psoriasis en placas, la forma más común de psoriasis, durante la edad adulta.
Psoriasis pustulosa
La psoriasis pustulosa afecta a menos del 5% de las personas con esta patología. Puede aparecer como una complicación de la psoriasis en placas, como resultado de tomar determinados medicamentos o por haber interrumpido bruscamente el tratamiento que venía utilizándose de manera continuada durante un largo periodo de tiempo.
Las placas de la psoriasis pustulosa se caracterizan por tener pústulas, que son vesículas llenas de pus, afectando mayormente a pies y manos.
Psoriasis flexural o invertida
Menos común que los otros tipos. Aparece en las axilas, las ingles, bajo el pecho y en otros pliegues de la piel alrededor de los genitales y los glúteos. Son placas de color rojo intenso alrededor de los pliegues de la piel, pudiendo aparecer grietas en sus bordes. Dada su localización, el sudor y el roce de la piel pueden agravar su aparición.
Artritis psoriásica
Cerca del 30% de las personas diagnosticadas con esta enfermedad cutánea también desarrolla artritis psoriásica. Los síntomas de la artritis psoriásica son el dolor, la rigidez y la inflamación en las articulaciones y las zonas que las rodean. Es común en personas con edades comprendidas entre los 30 y los 50 años. Tanto la genética como los factores medioambientales desempeñan un papel importante en el desarrollo de esta enfermedad.
Psoriasis eritrodérmica
Ocurre en muy pocos casos. Puede llegar a cubrir el cuerpo con placas rojas con escamas. Es una de las formas más graves de psoriasis y puede poner en peligro la vida del paciente, ya que afecta a la barrera protectora de zonas externas de la piel.
Diagnóstico
Ante la aparición de cualquiera de estos síntomas es importante acudir a un especialista en Dermatología, que es el experto más adecuado para efectuar un diagnóstico fundamentalmente clínico, por visualización de las lesiones, para evaluar cada caso.
¿Cuál es el tratamiento para la psoriasis?
La psoriasis es una patología crónica, por lo que el tratamiento está orientado a disminuir los síntomas y mejorar la vida del paciente. Existen diversos tratamientos dependiendo del tipo de psoriasis y la incidencia en el paciente de otros factores.
- Tratamientos tópicos. La medicación por vía tópica es la primera opción antes de pasar a otro tipo de tratamientos. Consiste en utilizar cremas, geles o pomadas sobre la piel dependiendo del tipo de lesión y localización.
- Tratamientos sistémicos. Los que se administran por otras vías, como la oral o la inyectable. Los tratamientos sistémicos son muy utilizados en la psoriasis de moderada a grave y en la artritis psoriásica.
- Fototerapia. Terapia mediante luz, ya sea con luz solar o con luz ultravioleta artificial. El tratamiento mediante luz se utiliza para tratar la psoriasis de moderada a grave o para el tratamiento de la psoriasis extensa, resistente al tratamiento tópico.
- Tratamientos biológicos. Son un tipo especial de tratamientos sistémicos, basados en proteínas que actúan sobre determinadas partes del sistema inmunológico. Son medicamentos de coste elevado, que mediante inyecciones subcutáneas o intravenosas, se aplican principalmente para psoriasis o artritis psoriásicas de moderadas a graves, que no se pueden tratar de manera eficaz con fototerapia u otras terapias sistémicas.
¿Crees que puedes sufrir esta patología? No dudes en acudir a Clínica Assistens, somos tus especialistas médicos en A Coruña. Evaluaremos tu caso para proporcionarte el tratamiento más adecuado.
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